lunes, 30 de marzo de 2009

Yo decido

Arriba, manifestación contra el aborto en 1985, abajo manifestación está mañana

Hoy se ha vuelto a 1985.


En 1985 yo no había nacido pero hoy, gracias a todas las asociaciones pro-vida, he podido montarme en una máquina del tiempo y retroceder 24 años.


El aborto es un derecho recogido en la Constitución española, la ley fundamental del país que todos los partidos respaldan, a la que todos los partidos se ciñen (en teoría). Se pone en marcha una reforma de la ley del aborto. Hay mucha gente, muchos colectivos e incluso importantes partidos que no la apoyan, me parece correcto. Pero, ¿por qué se han echado hoy a la calle miles de personas? ¿Por qué no están de acuerdo con la reforma? ¡No! Porque están en contra del aborto. Como lo están los curas que pondrán lazos blancos en las cofradías. Como lo están en los colegios que obligan a su alumnado a ver cómo se efectúa un aborto.


Me gusta escuchar opiniones variopintas (aunque no puedo evitar que me hierva la sangre) así que he ido recopilando, a lo largo de los años, información sobre por qué el aborto es algo inhumano (si quienes estén en contra desean colocar otro/s adjetivo/s no me voy a oponer, sabrán mejor que yo, evidentemente, lo que piensan). Más o menos estos son los argumentos más utilizados, a lo que hay que añadir explicaciones y concreciones sobre lo que es y lo que no es aborto, asunto peliagudo por otra parte (intentaré reproducirlos de la manera más objetiva posible):

  • Derecho a la vida. Un feto es un ser humano desde el momento de su gestación (es importante añadir aquí que esta se produce justo después de que sea efectiva la “píldora del día después” que no es abortiva).

  • Apechugar. Si una mujer se queda embarazada por un descuido (no utilizar ningún método anticonceptivo), porque falle el preservativo o porque sea violada (sí, se incluye este caso) y se pasa el tiempo de poder abortar con la píldora del día después se apechuga. Se apechuga porque si se ha sido insensata, un error no puede costar una vida; por poco que te apetezca tener un bebé, te ha tocado, a la próxima sé responsable.

  • Los milagros médicos existen. Hay una serie de casos en que fetos que no parecían viables, que incluso se habían diagnosticado como inviables, han resultado ser bebés sanos, o con algún tipo de problema o enfermedad siempre compatible con la vida. A algunos de esos fetos se les pretendía matar (sus madres iban a abortar). Siempre queda la esperanza.

  • Traumas de las madres que han abortado. Hay casos en que las madres que han abortado se están arrepintiendo durante toda su vida.

  • Aborto como la solución más fácil, como método de huída y cobardía. La falta de responsabilidad hace que las mujeres, sobre todo adolescentes, aborten sin sentir ningún tipo de remordimiento por la vida con la que están acabando. Es una irresponsabilidad. “Me he quedado embarazada, bueno, no pasa nada, aborto”. El aborto como sustitutivo de los métodos anticonceptivos.

  • (Esta ya es la rama más radical). Las relaciones sexuales tienen como fin la creación de una familia. Tanto el aborto como los anticonceptivos son formas de acabar con vidas inocentes. (Las declaraciones del Papa en África son un ejemplo).

Seguramente se me habrán olvidado unas cuantas razones (hasta ahora no se me había ocurrido hacer una lista con todo lo que he escuchado, lo he hecho de memoria), es posible que muchas, como también se me pasarán por alto algunas de las que mantenemos quienes, como yo, apoyamos el aborto y la nueva ley del aborto.
El aborto es una de las principales conquistas de la mujer y de las feministas. Otorga a la mujer la posibilidad de elegir si quiere o no quiere ser madre (porque la maternidad no es algo que deba ir obligatoriamente ligado al hecho de ser mujer). Las razones se oponen a las anti-abortistas (es evidente) así que las expondré en contraposición al listado anterior:

  • La vida comienza cuando un feto es viable. Si un feto puede sobrevivir independientemente de la decisión de su madre (lo que científicamente está establecido en las 22 semanas) entonces abortar se puede considerar, y así se hace, una violación del derecho a la vida (siempre y cuando dicha vida sea posible).
    Uno de los aspectos más conflictivos de esta nueva ley es la posibilidad de abortar hasta el final del embarazo si el feto NO es viable. Aquí se suele aplicar el argumento de los milagros médicos, yo remito al siguiente artículo en que se relata la historia de españolas que tuvieron que abortar fuera de España porque sus bebés no iban a nacer con vida y no querían, ni se consideraban psicológicamente capaces, dar a luz a un bebé muerto (igual está bien ponerse en este momento en el lugar de estas mujeres y en el trauma que puede llegar a producirse).
  • Un bebé es una bendición (se me permita el término con tintes religiosos pero es el más gráfico para mí) y una gran decisión que debe ser meditada. Traer a una persona al mundo es algo sobre lo que se debe recapacitar. Si se va a tener un bebé debe ser porque se QUIERA tener un bebé. A mí no me gustaría ser una niña “apechugada”. No me gustaría ser el castigo de mi madre (y mi padre si es que ha permanecido al lado de mi madre para sufrir la "penitencia") por ser una irresponsable. No quisiera haber nacido como moralina de una adolescente mal informada o poco responsable. No me gustaría ser un error toda mi vida (no quiero decir que no haya casos en que un error se convierta en una bendición, pero eso conlleva un proceso de recapacitación en el que se considere la posibilidad de abortar y se decida seguir adelante con el embarazo porque así se desea). No me gustaría que mi madre, angustiada por tener un bebé que nunca quiso o por no tener recursos para mantenerme, me tirase a un contenedor.
  • Elegir si quiero o no quiero creer en los milagros y esperarlos. Este es el argumento más complicado, el que más me remueve a mí personalmente. Es verdad que, igual, después de haber abortado porque el feto era inviable (si es porque no quería tenerlo este argumento no tiene sentido) hay un escasísimo porcentaje de posibilidades de que hubiera sobrevivido. ¿Cuánto? ¿Un 0’1%? Quizá más, quizá menos, pero poco probable, yo creo que, en general, un diagnóstico médico tan rotundo como la muerte inevitable suele ser bastante certero. ¿Merece la pena el riesgo psicológico (por así llamarlo) de la madre y del padre? Creo que en este caso se debe tener la posibilidad de elegir si quiero o no quiero enfrentarme a semejante situación y también se me de ofertar la posibilidad de creer en la medicina, creer en el diagnóstico y empezar a asumirlo cuanto antes porque albergar una esperanza impide superar un trauma.
  • La decisión de abortar es complicada. La mayoría de las mujeres que abortan (no voy a decir todas porque siempre existen excepciones) sufren al hacerlo porque no es como ir al parque de atracciones o comerse un donut. Abortar es una de las decisiones más difíciles a las que una mujer se puede exponer en la vida. Todas son, somos, conscientes de lo que implica, por lo que conlleva un trabajo de reflexión y uno de superación de la experiencia.
  • Aunque sea el argumento más radical me parece el más razonable. Si crees que un feto de tres días es una vida, si crees que abortando en ese momento están impidiendo la creación de una persona, entonces deberías razonar sobre lo que implica hacer el amor con un método anticonceptivo. Si no hubieras utilizado condón, te habrías quedado embarazada y eso sería una vida en potencia, tu hijo o hija. Por supuesto no digo que no se deban utilizar preservativos para impedir la transmisión de enfermedades, pero, quienes no consideran el condón abortivo pero sí al feto de tres días, no creo que lo utilicen solamente para prevenir las ETS. Sólo digo que deberían replanteárselo todo un poco.

Abortar es una decisión propia. No me opongo a que toda esa gente que se echa a las calles tenga su bebé si se les presenta el caso. Ahora, que nadie se crea con el derecho a decidir qué quiero yo hacer con mi vida (porque hasta las 22 semanas sólo decido sobre mi vida). Que nadie se atreva a irrumpir ilegalmente en casas de niñas de 14 años a desenterrar viejos traumas (véase el caso de las investigaciones a las clínicas abortistas).

5 comentarios:

  1. El problema es el de siempre, se sigue relacionando el asunto con la posición política. Hasta que no se asuma que, por ejemplo, la religión y el feminismo son compatibles (sí, porque por desgracia el catolicismo político está a la orden del día)no cambiarán las cosas... pero habrá que seguir movilizando neuronas ;)

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  2. Me parece bien que lo hayas hecho tan objetivo, pero me parece que no es lo mismo abortar a un feto de 3 días que poner medios anticonceptivos. Si utilizas métodos anticonceptivos es para no quedarte embarazada, por lo tanto esta vida nunca se crea. Está bien, evitas un embarazo, pero no hay vida. Sin embargo, si ya estás embarazada, abortar si que es evitar una vida. Sólo que´ria darte mi opinión, pero como ya te digo me parece que lo has descrito bastante objetivamente.

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  3. Cristina, el asunto del feto tres días y el preservativo es cierto que es buscar un poco el detalle. Lo utilizo también por el hecho de que hay colectivos que consideran un asesinato eliminar los embriones creados por inseminación artificial y no implantados en la madre. He llevado el razonamiento un poco más allá. Por otra parte me alegra que consideres que he logrado ser objetiva, ¡gracias!

    Mérope, ¡me encanta que leas mi blog tan a menudo! Sí, totalmente de acuerdo, todavía hay muchos prejuicios sobre lo que significa el feminismo. Seguiremos movilizando neuronas, algún día, quién sabe, hasta igual ponemos en práctica nuestro proyecto de asociación jeje

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  4. Me encanta tu blog Ana, muy interesante!

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